No he pasado mejores momentos en la vida que los que he pasado estos días a tu lado, pero es hora de partir hasta mi lugar de origen.
No puedo decir cuando nos volveremos a ver, pero tengo la impresión que pronto…el destino ha hecho que nos encontremos ¿No? Pues seguro que nuestro destino es volvernos a juntar, ahora, dentro de poco o con la vida hecha.
Sí hay una cosa de la que me arrepiento es de irme, pero no tengo otra opción…sabes que yo no he decidido esta huida pero sin embargo tengo que cumplir la orden de la marcha.
Prefiero no tener contacto contigo hasta que no nos volvamos a ver, así será mucho más interesante ¿No?
Supongo que marcharme así, despidiéndome de ti por una carta no es la mejor manera; pero sí te lo decía directamente corría el riesgo de que las lágrimas saltaran de mis ojos ansiosas por quedarse un poco más contigo
Me acuerdo de los paseos por la orilla del Sena, la visita al Louvre y lo bien que lo pasamos subiendo hasta lo más alto de la torre Eiffel.
Por eso he decidido que los dos nos quedemos con los bueno momentos y dejemos los malos para quien quiera llorar; yo prefiero sonreír por lo que hemos sido, que llorar por lo que, posiblemente, jamás seremos.
Y si alguna vez tienes nostalgia recuerda: “Siempre nos quedara París”
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